En qué creemos

Nuestro propósito


24CONQUIS-Web-25
Evangelio
Comunicar el Evangelio para que todos puedan comprender y creer en el mensaje vivificante de Jesucristo
24CONQUIS-Web-26
Vida cristiana
Enseñar, capacitar y lanzar a los cristianos a vivir una vida espiritualmente vibrante
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Familia
Proporcionar un ambiente para que cada miembro de la familia se enriquezca, nutra y ame espiritualmente
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Comunidad
Llegar a nuestra comunidad e influir en las familias que tienen necesidades físicas y espirituales

Doctrina

Honramos y respetamos estas verdades bíblicas eternas en nuestras prácticas, funciones y actividades de nuestra iglesia local.


Las Sagradas Escrituras

El Dios Trino

Jesucristo

El Espíritu Santo

El Diablo

La creación

La gracia y la nueva creación

Justificación

Arrepentimiento

Fe y Salvación

Santificación

La libertad de la voluntad

La Iglesia

Ordenanzas

Separación

Diezmo

Gobierno civil

El Rapto y los Eventos Subsiguientes

Matrimonio y Sexualidad

Jesúcristo


1. Reconoce tu condición

Mi mayor error cuando no conozco mi camino es que no quiero admitir que estoy perdido. La Biblia lo llama “orgullo”. Para encontrar el camino a la vida eterna con Dios, debo admitir que estoy perdido en el pecado. Romanos 5:12 nos enseña que desde Adán y Eva, el primer hombre y la primera mujer en la tierra, una naturaleza pecaminosa ha estado presente en todas las personas. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. El pecado es cualquier acto contrario a las leyes y mandamientos de Dios, y esos pecados que he cometido me separan de Dios. El pecado también tiene una penalidad. Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. La “paga” o pago por nuestro pecado es la muerte espiritual y la separación eterna de Dios.

2. La religión y las buenas obras no son la respuesta

Las religiones intentan crear sus propios caminos hacia Dios. Sus sistemas pueden parecer lógicos, pero no pueden salvar la brecha creada por nuestro pecado. Proverbios 14:12 dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte”. La Palabra de Dios, la Biblia, proporciona respuestas verdaderas de gracia y perdón. En Efesios 2:8-9 la Biblia dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

3. Las buenas noticias: ¡Jesucristo proporciona el camino!

Aunque estábamos perdidos y separados de Dios, Él nos amó. Y porque nos amó, Dios envió a Su Hijo a morir en la Cruz y resucitar de entre los muertos por nosotros. Juan 3:16 explica: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. A través de la muerte y resurrección de Jesús, Él se convirtió en el pago por nuestro pecado. Ahora bien, no tenemos que pagar por nuestros pecados nosotros mismos. Por Su gracia, la salvación está provista. En Romanos 5:8, la Biblia dice: “Mas Dios muestra [es decir, demostró] su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

4. Creer y recibir a Cristo

Para tener una relación con Dios y un hogar eterno en el Cielo, debemos dejar de confiar en nosotros mismos, en nuestras obras y en nuestras religiones, y depositar nuestra confianza plena solamente en Jesucristo para el perdón de nuestros pecados y la vida eterna. En Romanos 10:13 la Biblia dice: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Esa es una promesa directa de Dios: si le oras, confiesas que eres pecador, le pides que perdone tus pecados y te vuelves solamente a Él para que sea tu Salvador, Él promete salvarte y darte el regalo gratuito de la vida eterna. Hoy mismo puedes tomar esa decisión orando desde tu corazón, algo como esto:

Querido Dios, sé que estoy separado de ti a causa del pecado. Confieso que en mi pecado no puedo salvarme a mí mismo. En este momento, recurro solo a ti para que seas mi Salvador. Te pido que me salves del castigo de mi pecado y confío en que me darás vida eterna.

-Amén

Si has hecho esta oración, nos encantaría regocijarnos contigo por tu nueva vida encontrada en Jesucristo. Comunícate con nosotros a iglesiaconquista@parkerschapel.org o al (574) 606 7350 para que puedas recibir material sobre tus próximos pasos como cristiano.